viernes, 7 de noviembre de 2008

Artrosis

¿Qué es y Cómo Combatir la Artrosis?

La enfermedad articular más frecuente y que afecta al ser humano a partir de los 40 años de edad, la cual se manifiesta con todos sus síntomas antes de los 50 y es universal a los 70, es la ARTROSIS. Esta afecta indistintamente tanto a hombres como a mujeres y causa dolores de variable intensidad dificultando y limitando el movimiento de la articulación afectada. La artrosis es una de las dolencias más consultadas en la práctica médica ambulatoria y causa de frecuente absentismo laboral.


Su inicio es gradual y sutil. El primer síntoma que se observa es el dolor, que suele agravarse con la rigidez matutina que sigue a la inactividad. A medida que la enfermedad progresa, disminuye la movilidad de la articulación, aparecen contracturas en flexión, dolor y crujidos o sensación rechinante. La articulación paulatinamente va aumentando de tamaño debido a la reacción proliferativa del cartílago, hueso, ligamentos y tendones y a la inflamación de las sinoviales, deformando finalmente la articulación, pero lo más frecuente es que la articulación presente un aspecto normal, las deformaciones aparecen en estados avanzados.


Todo esto confluye en un aumento de la inestabilidad de la articulación, contractura y espasmo muscular y dolor local casi permanente. Por ejemplo, si las articulaciones afectadas son las de las piernas, entonces aparecerá la cojera.


La Artrosis es causada por fibrosis o degeneración del cartílago articular, afectando una o varias articulaciones. La lesión puede aparecer en cualquier articulación, aunque las más afectadas son las que soportan el peso de nuestro cuerpo, es decir rodillas, caderas, columna vertebral, así como los dedos de los pies y manos, en donde pueden aparecer nódulos.


Es de fácil diagnóstico, y aunque no existe ningún tratamiento específico que pueda curar la artrosis, mucho se puede hacer para retardar su evolución, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.



Síntomas Dolor espontáneo con el movimiento. Inestabilidad de la articulación.
Rigidez matutina. Bloqueo de la articulación.
Disminución de la movilidad. Crujidos articulares.
Contracturas musculares. Deformación de la articulación.


El dolor es el síntoma más molesto para el enfermo, este aparece con la actividad y se alivia con el descanso. Pero después del reposo en una posición fija aparece la rigidez, que se alivia unos minutos después de iniciada cualquier actividad. También es frecuente escuchar las quejas sobre los cambios del tiempo, que dilatan la articulación provocando dolor.

¿Qué es lo que la causa?

Aunque su etiología es desconocida, sabemos que los factores que la provocan son múltiples y a menudo estos se conjugan en una misma persona, haciendo esta enfermedad más agresiva. También sabemos que la artrosis hace parte del proceso de envejecimiento del ser humano, que puede ser modulado, si el individuo adopta un estilo de vida, que incluya el ejercicio continuo, una dieta equilibrada que evite la obesidad y el extra peso para las articulaciones.

Las causas son:

Traumatismos previos. Inflamaciones e infecciones.
Edad avanzada. Sobrepeso (rodillas, cadera, columna).
Predisposición. Mal uso de la articulación (posiciones viciosas).



Tratamiento
Al tratarse de una patología crónica y de múltiples causas, el tratamiento debe ser orientado a diferentes frentes, es decir ser integral. Por ejemplo, si una de las causas es la obesidad, pues la persona en cuestión tendrá que entrar paralelamente, en un plan de dieta dirigida, para bajar esos kilos demás, que están sobrecargando la articulación. El tratamiento deberá incorporar el ejercicio físico y la educación del paciente para mantener un equilibrio entre el reposo, el ejercicio y el uso de la articulación. El tratamiento puede resultar largo y hay que ser metódico y persistente para obtener buenos resultados.


En la actualidad se han desarrollado un conjunto de fármacos y terapias destinadas a eliminar el dolor y mejorar la función y movilidad de la articulación.


Estos fármacos son capaces de estimular el proceso natural de reparación del cartílago articular aliviando en forma manifiesta los dolores al detener la destrucción del cartílago. Estos medicamentos aumentan la síntesis de glicosaminoglicanos y de colágeno, fundamentales para reparar el tejido cartilaginoso deteriorado por las enfermedades reumáticas como la artrosis y la artritis.


El cartílago humano es continuamente remodelado tanto durante el crecimiento y desarrollo como durante la vida adulta, si la síntesis de estas sustancias se reduce, esto conducirá eventualmente a un deterioro progresivo del cartílago y un avance de la Artrosis; al contrario, si hay un aumento de los glicosaminoglicanos, el colágeno y el condroitinsulfato habrá una reparación del mismo.


Fuera del tratamiento farmacológico mencionado, se disponen de otros tratamientos que también tienen el mismo fin, que complementan muy bien al farmacológico y que agilizan el tratamiento en su conjunto. Entre ellos se encuentran: láserterapia CO2, ozonoterapia, magnetoterapia, elctroacupuntura, parafangos, etc.


Además de los tratamientos anteriores se aconseja:



Vigilar el sobre peso.



Incorporar una actividad física que no represente impacto para las articulaciones. La natación por ejemplo sería aconsejable




En consecuencia, la artrosis es una enfermedad grave, porque con el decorrer de los años puede producir incapacidad en distintos grados, tanto para la marcha como para cualquier actividad de la vida cotidiana.


¡Recuerde! Mientras dilata la decisión de entrar en tratamiento médico, el deterioro articular continua infranqueablemente su paso, provocando la pérdida paulatina de elasticidad y consistencia del cartílago articular. Cuanto más temprana sea la intervención médica mejores serán los resultados.

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